La editorial Fondo de Cultura Económica
en 1992 publicó por primera vez en su colección A la orilla del viento, La
peor señora del mundo del escritor mexicano Francisco Hinojosa e ilustrado
por Rafael Barajas “El Fisgón”, reconocido caricaturista del mismo país. Esta
obra fue adaptada al teatro en el año 1993 con gran éxito.
Hinojosa, nacido en 1954, ha sido
ganador del premio IBBY en 1984 por su obra La vieja que comía gente y
el Premio Nacional de Cuento de San Luis Potosí en 1993.
La escritura de Hinojosa, influenciado
por Roald Dahl quien también mezcla la transgresión, comicidad y la exageración
en sus obras literarias, está marcada por la crueldad, lo grotesco, lo
absurdo, lo irreverente y el humor, para él “son fuentes de risa y de juego.
Son también la materia prima de la que puede echar mano un escritor de
literatura para niños”.
En La peor señora del mundo
entre el narrador y los diálogos de algunos de sus personajes, relatan las
fechorías de la protagonista, una señora con cinco hijos, gorda, con colmillos
y uñas puntiagudas, la peor de las señoras, la más malvada de las malvadas, alimentaba
a sus hijos con comida para perro, les echaba limón en los ojos y no solo sus
hijos padecían sus abusos, también los animales, los vecinos y todo el pueblo.
En esta obra podemos ver cómo se
conjuga la ficción con la realidad, al llevar a la literatura temas como el
abuso, la mala conducta, el odio, relaciones cotidianas que generan impacto e
identidad en los lectores. Cabe destacar que el autor juega con una serie de
figuras literarias como la hipérbole, para tratar de manera jocosa y divertida
estos hechos sociales. El humor y lo absurdo son los elementos característicos
del cuento que constantemente generan provocación, ya que, logra sacar de lo
habitual la literatura infantil. Las ilustraciones aunque son en blanco y negro
no pasan por alto, ya que complementan perfectamente la narración, se ajustan a
la secuencia y plasman la esencia de las escenas.
Es un libro de lenguaje claro que
permite hacer una lectura rápida y agradable, y permite descubrir en sus
personajes el trabajo y audacia colectiva en pro de solucionar un problema.
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