Si en este Hay
festival no pudiste viajar a Cartagena te recomendamos disfrutar del buen
cine con el que cuenta la Biblioteca Granizal. En esta ocasión hablaremos del
director Krzysztof Kieslowski con su trilogía Blanco,
Rojo y Azul. Los tres colores de la bandera
francesa en alusión a los ideales revolucionarios de libertad, igualdad y
fraternidad. Con estas películas intenta develar su sentido de la libertad y
del amor, pero también su idea de Dios y de la conciencia moral, del más allá y
del mundo que vivió, de la soledad y de la incomunicación, de la verdad y de
las apariencias.
En Blanco, Karol ama profundamente a
Dominique, pero el problema de su impotencia sexual que sufre provoca el
divorcio. Una serie de penurias se sucederán en la vida de Karol, que se verá
obligado a volver a su Polonia natal y a intentar ganarse la vida como pueda.
En Rojo, Valentina, una joven estudiante
que se gana la vida como modelo, atropella con su coche a una perra que espera
cachorros. La búsqueda de su dueño le conduce a un juez jubilado con una
extraña obsesión: espiar a los vecinos. Entre ellos se creara una relación
especial.
Y por último, Azul. En un accidente de coche, Julie
pierde a su esposo Patrice, un prestigioso compositor, y a la hija de ambos,
Anna. Al recuperarse de sus lesiones, Julie decide comenzar una nueva vida,
independiente, solitaria y anónima. En su propósito se cruza Sandrine, una
periodista especializada en música que la persigue intentando probar que era
Julie quien componía las piezas que hicieron famoso a su marido.
Son tres
películas que no hay que dejar de ver, por la angustiosa búsqueda del amor y la
libertad, con el escepticismo vital de su director, en su honestidad y
responsabilidad al hablar del hombre, y en la conexión de su cine con la vida.
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