martes, 27 de marzo de 2012

Granizal Tradiciòn educativa

Queremos compartir con ustedes este articulo publicado en el periodico el Mundo el 7 de Marzo de 2012:

Granizal,tradición educativa
Autor: Juan Jose Valencia García
7 de Marzo de 2012




El primer caserío del barrio Granizal, ubicado en la empinada ladera de la Comuna 1, se llamó curiosamente El Plano. Es un espacio de menos de una cuadra de largo que corta la verticalidad de la montaña, en el que se asentaron, arriba del barrio Santa Cruz, treinta familias invasoras en 1964. Así nació el barrio.

El único privilegio al que tenían acceso los habitantes de El Plano en esa época era la educación. En el barrio más alto que tenía Medellín en la zona nororiental en la década de los 60, funcionaba la Escuela Cámara Júnior, donada por la entidad con el mismo nombre y que tenía apenas tres aulas de clase.

Con el crecimiento del barrio, que desarrolló su segunda etapa hasta la carrera 36B, aparecieron también nuevas ofertas educativas. En esa vía se construyó, con inversión de voluntarios alemanes, la iglesia Nuestra Señora de la Macarena. Diagonal al templo se levantó la Institución Educativa María Cano.

La tradición educativa del barrio, uno de los orgullos de esa comunidad, inició con la Escuela Cámara Júnior y se expandió con el Colegio María Cano, pero en el sector además se construyó durante el gobierno de Ernesto Samper Pizano el Centro de Recursos Educativos, Cren, uno de los cinco que entregó el Gobierno Nacional a la ciudad y que ahora está integrado al María Cano. El barrio cuenta además con la eEscuela Fe y Alegría, pero sus méritos en desarrollo educativo no terminan ahí.

Delio Urrego, habitante del barrio, asegura que en 2002 el Popular Uno fue la primera comuna que propuso destinar recursos del presupuesto participativo para que los jóvenes de ese sector tuvieran acceso a educación superior. Un proyecto que después se implementó en el resto de la ciudad, pero que ha representado dificultades para que los estudiantes beneficiados retribuyan esa ayuda con trabajo comunitario, asegura el hombre que vive hace más de tres décadas en el barrio.

“En el último año, trece estudiantes del María Cano entraron a universidades públicas de la ciudad, que es muy difícil. Además, con presupuesto participativo y Fondo EPM tenemos a 434 estudiando en la universidad que eligieron y a 600 más en tecnológicos de la ciudad”, cuenta con orgullo Urrego. En los últimos años se han graduado más de mil profesionales en Granizal, con los que están estudiando pronto serán más de 2.000, un orgullo que nada les quitará.

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